Al contrario de lo que a veces se piensa, la automatización industrial no necesariamente destruye empleos. Los datos indican que las empresas españolas que la adoptaron en los últimos treinta años no han reducido su plantilla, sino que la han aumentado en la mayoría de los casos.
La inversión inteligente en robótica, dispositivos PLC (Programmable Logic Controller), machine learning y otras tecnologías que permiten automatizar procesos, normalmente conduce a un aumento en la productividad y, en consecuencia, el crecimiento de los negocios que las implementan.
En cualquier caso, esta tendencia está revolucionando la forma en que se fabrican los productos en todo el mundo. Con la implementación de automatismos, las fábricas optimizan al máximo sus procesos de producción, reducen costos y mejoran la calidad del empleo. Y eso es de lo que hablamos a continuación.
Transformación de procesos con la automatización industrial
La automatización fue una de las causas de la primera revolución industrial (siglo XVIII), gracias a la invención de las máquinas de vapor. Antes de este hito histórico, la mayoría de los procesos manufactureros dependían completamente del trabajo manual.
La máquina de vapor permitió mecanizar y automatizar procesos productivos como la molienda o el bombeo de agua. Innovaciones posteriores como la máquina de hilar y el telar mecánico revolucionaron la industria textil, aumentando enormemente la productividad. Fue el preludio de la segunda revolución industrial en el siglo XIX, cuando la electricidad y el motor de combustión permitieron una mayor automatización de las fábricas.
A partir de ese punto y con el paso de las décadas, la velocidad de transformación de los procesos de fabricación fue cada vez mayor, hasta llegar a la tercera revolución industrial actual: la digital.
Hoy en día, las máquinas y robots controlados digitalmente pueden realizar gran parte del trabajo físico de forma autónoma. Esto permite a la industria moderna fabricar más productos en menos tiempo, y con menos mano de obra humana.
La automatización también permite un control y seguimiento más precisos de cada etapa del proceso productivo. Múltiples tipos de sensores recopilan datos en tiempo real sobre stocks, temperatura, presión y otros parámetros relevantes. Si se detecta una anomalía, el sistema puede autocorregirse o alertar a los operarios. Estos sistemas de control se conocen como SCADA (Supervisory Control and Data Acquisition).
Definición de automatización industrial
La automatización industrial hace referencia al uso de tecnologías de control y sistemas informáticos para gestionar y monitorizar los procesos de una planta de producción o fábrica.
Implica el uso de máquinas automatizadas (CNC), robots industriales, inteligencia artificial, sensores, sistemas de visión artificial y muchas otras innovaciones tecnológicas.
Además de un aumento de la producción, la automatización también permite reducir la utilización de personas en tareas repetitivas, peligrosas o que requieren un nivel de precisión imposible de alcanzar por un humano (como la fabricación de microchips).
Impacto en la eficiencia operativa
La automatización industrial tiene un impacto muy positivo en la eficiencia y productividad de las operaciones en las fábricas.
Al automatizar las tareas más repetitivas, se liberan recursos humanos para destinarlos a labores de supervisión, mantenimiento y puestos más cualificados.
Además, los sistemas automatizados pueden funcionar 24 horas y 7 días a la semana, sin pausas ni descansos. Esto permite aprovechar la capacidad productiva de la fábrica al máximo.
Por otro lado, se reducen los posibles errores humanos y, en consecuencia, también los desechos y necesidad de reprocesos.
Aplicaciones prácticas de la automatización industrial
Las aplicaciones de la automatización industrial son muy variadas. Desde líneas de montaje automatizadas hasta sistemas de almacenamiento y recuperación de materiales autoguiados. Algunos ejemplos son:
- Robots industriales para soldadura, pintura o embalaje.
- Máquinas CNC (control numérico computerizado) para mecanizado de metales, plásticos y otros materiales.
- Sistemas automatizados de transporte y clasificación de materiales.
- Monitorización automática de stocks, pedidos y logística.
- Inspección de calidad mediante visión artificial y otros sistemas.
Ventajas competitivas de la automatización industrial
Implementar la automatización aporta importantes ventajas competitivas a las empresas que se dedican a la manufactura:
- Mayor eficiencia y productividad.
- Reducción de costos laborales.
- Mejora de la calidad de los productos.
- Mayor flexibilidad para adaptarse a cambios productivos.
- Mayor seguridad para los trabajadores.
Como mencionamos al principio, todas estas ventajas permiten a muchas empresas realizar un mayor escalado del negocio.
Ventajas en la fabricación de piezas metálicas
Uno de los sectores más beneficiados por las tecnologías actuales es el de la fabricación de piezas metálicas.
Por ejemplo, uno de los sistemas más importantes para estas fábricas son las máquinas CNC (control numérico computerizado), ya que permiten un mecanizado de alta precisión y automatizado a través de instrucciones de corte programadas en un software especializado.
Por otro lado, los robots facilitan tareas como el montaje de las piezas metálicas o el transporte dentro y fuera de la fábrica.
Futuro de la automatización en la industria metalúrgica
El futuro de la industria del metal apunta a una automatización aún más integrada, utilizando, por ejemplo, la comunicación máquina a máquina y ell análisis avanzados de datos en tiempo real. La inteligencia artificial permitirá mejorar los sistemas y hacerlos capaces de aprender de forma autónoma.
Se espera un mayor uso de la robótica colaborativa para que las personas y los robots trabajen juntos de forma segura y productiva.
La fabricación aditiva también abre nuevas posibilidades para producir piezas metálicas de alta complejidad, bajo demanda y sin necesidad de herramientas especializadas.
Se espera que la industria metalúrgica viva una nueva revolución industrial de la mano de la automatización y la digitalización de los procesos de producción. Las empresas que sepan adaptarse a estas transformaciones, obtendrán grandes ventajas competitivas.
